jueves, 18 de diciembre de 2008

Fundamentalismo logsiano


En abril de 2001[1], y a propósito del hecho de que unos alumnos especialmente conflictivos de Ceuta hubieran sido agrupados en dos aulas, separados del resto de sus compañeros, un señor de Lérida dirigó una carta a un periódico nacional en el que decía, entre otras cosas, que “la brutal medida le producía rabia e indignación” porque “contradice la Logse, benéfica Ley de Reforma educativa, que prohíbe taxativamente cualquier tipo de segregación de los alumnos de secundaria y que tiene como uno de sus principios básicos la educación en la diversidad, planteada como principio interactivo que se verifica en el seno de las aulas (entendidas como foro de participación democrática que no admite discriminación de tipo alguno)”.
Y “este principio fundacional se asienta en otro pilar no menos fundamental: la enseñanza comprensiva”.
“Todos los especialistas en pedagogía y psicopedagogía coinciden en que la distribución aleatoria de los alumnos constituye la esencia de la Logse, garantía de la consecución de los objetivos progesistas e igualitarios que la vieron nacer”.
“La violencia en los centros educativos se ha exagerado hasta la caricatura y la que pueda existir no se arregla encarcelando a los jóvenes, sino exigiendo a los profesores que se adapten a la Reforma y preparen a todos los alumnos, y en las mismas aulas, para la convivencia pacífica y el respeto a la diferencia”.
Para concluir mostrando su asombro porque “la Fiscalía no hubiera actuado de oficio contra tal medida que infringe algunos preceptos esenciales de una Ley Orgánica del Estado”.

En síntesis la línea argumental es la siguiente:
Su rabia e indignación originadas ante una medida brutal por contradecír el principio fundacional de la Logse, benéfica Ley de Reforma educativa, que prohibía la segregación y exigía educar en la diversidad.
“Todos” los especialistas en pedagogía y psicopedagogía coinciden en que la esencia de la Logse radica en una distribución aleatoria de los alumnos en cuanto condición necesaria para conseguir los objetivos progresistas e igualitarios que promueve.
Todos los problemas se arreglan exigiendo a los profesores que se adapten a lo dispuesto en la Logse.
Ante un hecho de tal magnitud, conisderaba incompresible que la Fiscalía no hubiera intervenido de oficio para corregir a quienes habían tenido la osadía de infringir algunos preceptos esenciales de la Logse.
[1] ABC, martes 24 de abril de 2001. Salvador Martinez Ortiz, Lérida.

No hay comentarios: