La insistencia del PSOE en un fracaso educativo.8-XII-2004
A la vista está que la izquierda
se ha convertido en la principal y más tozuda rémora para la mejora de la
calidad de la enseñanza Los resultados
del último estudio del Programa para la Evaluación Internacional de los Alumnos
(PISA) llevado a cabo por la OCDE son una prueba más del clamoroso deterioro de
la calidad de la enseñanza en nuestro país y de la conveniencia de la reforma
con la que el PP quiso enmendar la situación al final de la pasada legislatura,
pero que el Gobierno de ZP no ha dudado en abortar con un decretazo nada más
ganar las elecciones del 14-M.
El estudio sitúa a los jóvenes
españoles de quince años por debajo de la media de los países de la OCDE en
matemáticas, lectura y ciencias, así como en la resolución de problemas. Se
trata de graves carencias a las que, en buena parte, iba dirigida la Ley de
Calidad de la Enseñanza que el Ejecutivo de Zapatero derogó con tanta prisa
como revanchista irresponsabilidad.
Hasta organizaciones tan poco
sospechosas de proselitismo a favor del PP como la Asociación Nacional de
Profesores de Enseñanza Secundaria, ha relacionado el déficit en el rendimiento
de los estudiantes reflejado en este estudio con los efectos de la reforma
educativa emprendida por el PSOE en 1990 y la falta de estabilidad del sistema.
Tras recordar que los resultados de un sistema educativo no son visibles hasta
que transcurren 10 ó 15 años, su vicepresidenta cree que la responsabilidad de
este "desaguisado" no es la LOCE de 2002, que restaña parte de los
errores de la Logse y que ha sido paralizada por el PSOE al llegar al Gobierno.
Aunque estas asociaciones
docentes puedan seguir la lógica de cualquier grupo de presión y reclamar
mayores dotaciones presupuestarias, su vicepresidenta ha tenido la honradez
intelectual de reconocer que la principal razón de este fracaso educativo, “no
ha sido la falta de dinero”. En su opinión, la culpa es de "un sistema
educativo elaborado en despachos de personas que no han pisado un instituto en
su vida y que tienen unas teorías muy bonitas, pero que luego en la aplicación
práctica son un desastre". Los padres, representados en la Confederación
Española de Asociaciones de Padres de Alumnos (CEAPA), creen también que es
"el sistema educativo" el que falla.
Ciertamente al PP se le podría
haber reprochado no haber emprendido la reforma del sistema educativo con mayor
ambición y premura, ¿pero cómo hacerlo ahora cuando la alternativa socialista
—nuevamente en el Gobierno tras el 14-M— insiste en no abrir los ojos y
perpetuarse en el error?
No obstante, y por mucho que la
izquierda se haya convertido en la principal y más tozuda rémora para la mejora
de la calidad de la enseñanza, no debemos renunciar a que el PP sea más
ambicioso y reivindique también una libertad de elección de centros educativos
que traiga la calidad de manos de la competencia. La gratuidad de la enseñanza
ni debe ni tiene por qué ser la excusa para perpetuar un modelo funcionarial
que siga hurtando al sistema educativo los siempre beneficiosos efectos de la
competencia.
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