Arturo Pérez-Reverte: "Los
inventores de la Logse deberían ser ahorcados si hubiera un juicio de Nuremberg
educativo y cultural en España"
El escritor Arturo Pérez-Reverte tiene
una especie de 'idilio' especial con Twitter los domingos en la tarde y este 23
de septiembre de 2012 no ha sido una excepción.
Pérez-Reverte, que antes de convertirse
en el novelista español de más exito y entrar en en la Academia de la Lengua,
ejerció muchos años de reportero audaz, entra a saco en uno de sus temas
favoritos: "La Educación".
Y como no hay nada que pueda sustituir
lo que ves, tocas, pesas y hueles, nos limitamos a reproducir algunos de los
tuits que ha ido subiendo, desde la mesa de café donde se atrinchera cada fin
de semana:
Hace unas semanas comenté lo poco que me
gusta la actitud del ministro Wert con el Iva y la Cultura. Me pareció cómplice
y cobarde.
Pues hoy me toca hablar de lo que sí me
gusta. Porque en esta ley hay cosas que sí. Que me gustan. Y como me gusta,
pues lo digo.
Me gusta que se apunte, aunque
tímidamente, que igualdad de oportunidades no significa obligación de igualar a
los chicos en la mediocridad.
Me gusta que(aunque lo nieguen ciertos
psicopedagogilipollas) alguien diga oficialmente que es mentira que todos los
estudiantes son iguales.
Los hay brillantes y torpes. Los hay
listos y tontos. Los hay esforzados y vagos.
Y es una injusticia y una infamia
machacar a los mejores en beneficio de los peores. Eso se llama suicidio
educativo y social.
Me gusta pensar que ahora puede
reforzarse un poco la autoridad de los profesores.
Me gusta creer que puede acabarse el
disparatado coladero escolar y universitario impuesto hasta hoy,
Me gusta que alguien dé (o asegure
darlo) a la Formación Profesional la importancia que merece.
Me gusta que España pueda dejar de ser
el país con más alumnos fácil e inútilmente universitarios de Europa y tal vez
del mundo.
En mi opinión, los inventores de la
Logse deberían ser ahorcados si hubiera un juicio de Nuremberg educativo y
cultural en España.
Eso sí: no me gusta nada la segregación
de chicos y chicas (¿por qué no un velo para ellas?) y las subvenciones a
compadres de misa diaria.
Me gusta, sobre todo, y a eso voy por
encima de todo, el verbo "recentralizar" cuando de Educación se
habla.
Precisamente una recentralización
educativa haría posible un descentralización general racional e inteligente.
Que no es el caso actual.
La Enseñanza en España lleva décadas
educando a muchachos que acaban siendo extranjeros entre sí mismos.
Jóvenes extraños que se miran de reojo
con recelo. Cuando no se desprecian o se odian.
No saben quién fue Carlos V y lo que nos
marcó, pero lo saben todo de Marianico el Corto, el silbo gomero o el
zarangollo murciano.
Y los golfos que hicieron posible todo
eso, para criar clientela, siguen ahí, administrando gozosos sus miserables
parcelitas educativas.
Es revelador que la Ley irrite tanto a
ciertos ultranacionalistas periféricos montaraces. Esa parte es la que más me
pone.
Una certeza tengo. Lo que de esa ley no
guste a los ultranacionalistas periféricos, seguro que es bueno para el resto
de los españoles.
Un 10% menos de aldeanismos y de pueblo
de Astérix no irá nada mal para compensar el veneno inyectado por tanto
mercachifle paleto.
Limitar el negocio de los que llevan
décadas enseñando la historia de su aldea obviando cuanto ocurrió más allá del
río Tal o el Monte Cual.
Que alumnos de Huesca, Bilbao, Valencia
o Tenerife estudien materias comunes en vez de 17 distintas, solo puede alegrar
a la gente decente.
Y al que no le alegre, por mí que le
vayan dando. Algo turbio tendrá que ocultar en el pajar de su casa.
¿Pactos de Estado? No sea ingenua. Aquí
hasta el federalismo lo contemplamos asimétrico. ¿Quiere chafarles el negocio?
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